jueves, 29 de julio de 2010

TU EMBARAZO Y DOLORES EN LA PARTE BAJA DE LA ESPALDA

¿Qué me produce el dolor de espalda?


Es muy probable que tu dolor de espalda se deba al útero en crecimiento y a los cambios hormonales que estás experimentando. El útero en expansión desplaza el centro de gravedad y estira y debilita los músculos abdominales, lo que hace que tu postura cambie y tu espalda se vea sometida a una presión adicional. El peso extra que estás llevando significa más trabajo para tus músculos y mayor estrés para tus articulaciones, y esto explica por qué puede ser que sientas que el dolor de espalda empeora al final del día. Además, el útero también puede ejercer presión sobre un nervio.

Por otra parte, los cambios hormonales del embarazo distienden las articulaciones y los ligamentos que conectan los huesos pélvicos a la columna vertebral. Esto puede hacer que te sientas menos estable y tengas dolor al caminar, estar de pie o sentada por periodos de tiempo prolongados, al darte vuelta en la cama, al levantarte de un sillón bajo, salir de la tina (bañera), agacharte, o levantar objetos.


¿Qué clase de dolores son comunes en la parte baja de la espalda durante el embarazo?


Los especialistas describen dos tipos comunes de dolor en la parte baja de la espalda durante el embarazo: el dolor lumbar, que ocurre en la región de las vértebras lumbares, en la parte inferior de la espalda, y el dolor pélvico posterior, que se siente en la parte de atrás de la pelvis. Algunas mujeres tienen síntomas de ambos tipos de dolor.

El dolor lumbar es como el dolor en la parte baja de la espalda que quizás has experimentado antes del embarazo. Se siente sobre la columna vertebral y alrededor de ella, aproximadamente al nivel de la cintura o un poco más arriba. También puede irradiar a las piernas. Permanecer sentada o de pie durante periodos de tiempo prolongados y levantar objetos hacen por lo general que el dolor empeore, y éste tiende a ser más intenso al final del día.

Un número aun mayor de mujeres embarazadas padecen de dolor pélvico posterior, que se siente más abajo que el dolor lumbar. Se puede sentir muy adentro de las nalgas, en una o ambas, o enla parte trasera de los muslos. Es posible que se desencadene a raíz de ciertas actividades tales como caminar, subir escaleras, entrar o salir de la tina, sentarse o levantarse de un sillón bajo, darse vuelta en lacama, girar el cuerpo, y levantar cosas.

Las posiciones en que flexionas las caderas — como cuando te sientas en una silla o te inclinas hacia adelante mientras trabajas sentada en el escritorio — pueden empeorar el dolor pélvico posterior. Las mujeres con dolor pélvico posterior están también más predispuestas a tener dolor en el hueso púbico.


¿Podría ser ciática?


Cuando el dolor en la parte baja de la espalda irradia a las nalgas y los muslos, se confunde muchas veces con ciática, una afección que no es común. La verdadera ciática, que puede ser causada por una hernia o una inflamación de un disco en la parte inferior de la columna vertebral, afecta solo a alrededor del uno por ciento de las mujeres embarazadas.

Si tienes ciática, el dolor de pierna será por lo general más intenso que el de espalda. Posiblemente sientas también dolor debajo de la rodilla, que puede incluso irradiarse al pie y los dedos de éste. Es probable que también sientas una sensación de cosquilleo u hormigueo en laspiernas o te parezca que están como dormidas.

Si la ciática es intensa, también puedes tener sensación de adormecimiento en la ingle o en la zona genital. Incluso puede suceder que tengas dificultad al orinar o que sufras del problema opuesto, es decir, de incontinencia (dificultad para contener la orina o las heces).

Si piensas que tienes ciática, díselo a tu médico. Llámalo de inmediato si observas pérdida de sensibilidad o debilidad en una o ambas piernas o si sientes pérdida de sensibilidad en la ingle, vejiga o ano (lo cual puede producir dificultad para hacer pis o evacuar, o bien causar incontinencia).


¿Quienes están más predispuestas a tener dolor en la parte baja de la espalda durante el embarazo?


La propensión al dolor en la parte baja de la espalda es mayor si ya has sufrido este tipo de dolor, ya sea antes de quedar embarazada o durante un embarazo anterior. También presentas mayor riesgo si llevas un estilo de vida muy sedentario, eres poco ágil y los músculos de tu espalda y abdomen están débiles.

Si estás embarazada de mellizos o gemelos, o incluso de más bebés, aumentan las posibilidades de tener dolor de espalda. La obesidad puede ser un factor de riesgo que genere dolor en la parte inferior de la espalda durante el embarazo, pero los resultados de la investigación al respecto aún son controvertidos.


¿Qué puedo hacer para evitar el dolor de espalda?


• Comienza un programa de ejercicios para estirar y fortalecer los músculos que sostienen la espalda y las piernas, incluyendo los músculos abdominales. Procura estirar cuidadosamente los músculos porque si los estiras muy rápido o en exceso, puedes forzar demasiado las articulaciones, que se han distendido con el embarazo.

• La natación es una buena opción de ejercicio para las mujeres embarazadas porque fortalece los músculos abdominales y los de la parte baja de la espalda, y el efecto del agua libera las articulaciones y ligamentos de la presión habitual. Los movimientos pélvicos también te pueden ayudar (ver más abajo).

• Párate derecha. Esto es más difícil de hacer a medida que tu cuerpo va cambiando, pero trata de mantener hacia adentro el trasero e intenta que tus hombros se sitúen paralelos a tus orejas. Lasmujeres embarazadas tienden a dejar caer los hombros y arquear la espalda a medida que la barriga crece, y esto aumenta la presión sobre la columna vertebral.

• Si estás sentada todo el día, asegúrate siempre de estar erguida. Apoyar los pies sobre un taburete o banqueta te puede ayudar a prevenir el dolor lumbar, al igual que utilizar una pequeña almohada (un apoyo lumbar) detrás dela parte baja de la espalda. Haz pausas frecuentes cuando estés sentada. Levántate y camina un poco a intervalos de una hora aproximadamente.

• Es igualmente importante que evites estar de pie durante mucho tiempo. Si tienes que estar de pie todo el día, trata de hacer una pausa al mediodía y descansa de costado, mientras sostienes con almohadasla parte superior de la pierna y el abdomen.

• Usa calzado cómodo y evita los tacones altos. A medida que tu barriga crezca y tu equilibrio se desplace, los tacones altos harán que tu postura empeore aún más y habrá mayor probabilidad de que tropieces y te caigas.

• Flexiona las rodillas al levantar algo, en lugar de doblar la espalda por la cintura con las piernas rectas, para que no recaiga tanto peso sobre tu espalda. No es el mejor momento para que te lesiones la espalda, por eso es mejor dejar que alguna otra persona levante los objetos pesados. No intentes tampoco jalar objetos que se encuentren en lo alto y trata de no torcer la espalda.

• Divide el peso de los artículos que transportas. Una bolsa de compras en cada mano con la mitad del peso es mucho mejor que la presión dispareja que ejerce sobre la espalda una sola bolsa más pesada.

• Ten cuidado al levantarte de la cama: flexiona las rodillas y gira las caderas mientras te das vuelta hacia el costado, y usa los brazos para empujarte hacia arriba mientrasla parte inferior de tus piernas cuelga sobre el borde de la cama.

• Para conseguir un buen descanso por la noche, trata de dormir de costado con una o con las dos rodillas dobladas y una almohada entre laspiernas. A medida que avance el embarazo, usa otra almohada o un almohadón en forma de cuña para sostener el abdomen.

• Presta atención a tu cuerpo. Si descubres que una actividad en particular te da dolor de espalda, simplemente deja de hacerla.


¿Qué puedo hacer para calmar el dolor?


Además de las sugerencias que te dimos más arriba, si sufres de dolor en la parte baja de la espalda también son recomendables las siguientes ideas:



• Toma las cosas con calma. No te canses demasiado. (Pero tampoco permanezcas en la cama demasiado tiempo, porque el reposo en cama por lo general no es bueno a largo plazo para el dolor en la parte baja de la espalda e incluso puede hacer que te sientas peor.) Evita actividades tales como pasar la aspiradora y limpiar los pisos, ya que requieren que te agaches y te tuerzas al mismo tiempo. Si no hay nadie más que pueda hacer estas tareas, mueve todo tu cuerpo en vez de girar o estirarte para llegar a lugares que no son fáciles de alcanzar.

• Aprende técnicas de relajación. Te pueden ayudar a sobrellevar las molestias y pueden resultarte especialmente útiles a la hora de acostarte si es que el dolor de espalda es una de las cosas que te dificultan el sueño.

• Trata de aplicar calor o frío. Si bien no hay pruebas concluyentes de que esto ayude, algunas mujeres afirman que sumergirse en una tina con agua tibia o colocarse una botella de agua caliente sobre la región afectada les proporciona al menos un alivio temporal. Hay aún menos pruebas acerca del uso de compresas frías, pero son fáciles de hacer y vale la pena intentarlo cuando el calor no te da resultado.

• Prueba con masajes. Si los remedios “caseros” no te dan resultado, los masajes prenatales realizados por un terapeuta capacitado pueden proporcionarte algo de alivio, especialmente si los combinas con un programa de ejercicios para hacer estiramiento.

Se han hecho algunas investigaciones que sugieren que la digitopuntura (el masaje recibido sobre los puntos específicos de acupuntura) puede ser de más utilidad que otras clases de masaje, y que la acupuntura proporciona también algún alivio. Sin embargo, estos estudios no se han hecho con mujeres embarazadas.

Además, si tienes dolor pélvico posterior, trata de limitar actividades tales como subir escaleras, que pueden hacer que el dolor empeore. Y evita cualquier ejercicio que requiera movimientos bruscos de las caderas o columna vertebral.

Si tienes que permanecer sentada por periodos de tiempo prolongados, trata de usar una silla regulable e inclina el frente levemente hacia abajo. Consulta a tu médico si te conviene usar una faja sacro-lumbar. Algunas mujeres dicen que les ayuda a calmar el dolor cuando caminan, aunque a otras no les es de ninguna ayuda, y a unas pocas parece incluso que les ocasiona más dolor.


¿Qué clase de ejercicio me puede ayudar?


Un estudio ha demostrado que las clases acuáticas prenatales (aerobics acuático) ayudan a aliviar el dolor de espalda. Evita las actividades de alto impacto y máximo esfuerzo y, por supuesto, cualquier cosa que pueda lastimarte.


• Para el dolor lumbar, trata de hacer movimientos pélvicos, que pueden aliviar el dolor de espalda al estirar los músculos y, con el correr del tiempo, también fortalecerlos. A continuación te indicamos cómo hacerlos:

• Colócate sobre las manos y rodillas, los brazos separados en línea con los hombros y las rodillas separadas en línea con las caderas, manteniendo los brazos derechos.


• Contrae los músculos abdominales, mete las nalgas hacia adentro y encorva la espalda, mientras inhalas.

• Relaja la espalda en una posición neutral y exhala.

• Vuélvelo a hacer a tu propio ritmo.


¿Cuándo debería llamar a mi médico?


Dile a tu médico si padeces dolor de espalda. Llámalo inmediatamente si:

• El dolor de espalda es intenso; notas que has perdido la sensibilidad de las piernas, nalgas, ingle, zona genital, vejiga o ano; o si de repente sientes que no coordinas o que estás débil. Tu médico te mandará a un especialista si hubiese algún indicio de un problema neurológico o de cualquier afección subyacente. Es posible que también te recete analgésicos.

• Tienes dolor en la parte baja de la espalda al final del segundo trimestre o en el tercer trimestre. Esto puede ser un síntoma de parto prematuro, particularmente si no habías tenido antes dolor de espalda.

• Tienes dolor en la espalda o en el costado, debajo de las costillas. Esto puede ser un síntoma de una infección renal, especialmente si tienes fiebre, náuseas o sangre en la orina.

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