sábado, 31 de julio de 2010

Lumbalgia, ciática, hernia discal: la solución quiropráctica

Se considera que el 80% de la población adulta a nivel mundial, según datos facilitados por la OMS (Organización Mundial de la Salud), padece o padecerá problemas lumbares de una a cinco veces a lo largo de su vida. Hay que agradecer esos dolores, ya que realmente son señales de alarma que emite nuestro cuerpo. Su función primaria, aunque no lo parezca, no es molestar, sino proteger. Tal como una alarma antiincendios protege su hogar de los incendios, el dolor le advierte de que algo anormal y potencialmente peligroso ocurre dentro de su organismo.

¿De dónde viene el dolor?

Existen muchas causas que lo provocan, desde el esguince o torsión de los músculos o ligamentos de esta zona a un disco herniado, degeneración de disco, fibromialgia, posturas inapropiadas al sentarse, esfuerzos excesivos… Si una articulación vertebral pierde su movilidad normal, se impide el movimiento y la salud del disco se deteriora. Como una esponja húmeda, un disco saludable es flexible. Una esponja seca es dura y rígida y se puede quebrar fácilmente.

El dolor lumbar

Familiarmente conocido como «lumbago», el dolor lumbar, o lumbalgia, es, desafortunadamente, un mal universal. Cuando no está «clavado», se habla de lumbalgia aguda. El dolor se asocia a contracturas musculares fuertes, limitando la movilidad. El doctor en Quiropráctica podrá aliviar el dolor de manera rápida, así como indagar y luego tratar la causa del problema.

Cuando el dolor lumbar perdura durante semanas o incluso meses, se habla de lumbalgia crónica. Su presencia indica a menudo un problema vertebral o discal subyacente. Acudir a un doctor en Quiropráctica lo antes posible permitirá averiguar cuál es el origen y aliviar el dolor

La ciática

Se debe a una irritación del nervio ciático, que se inflama y produce dolor en la extremidad y la sensación de descarga eléctrica en la pierna afectada. Esta dolencia proviene a menudo de una hernia discal, lo que será determinado por el doctor en Quiropráctica.

La hernia discal

Ocurre cuando el disco, al ser comprimido entre dos vertebras, sale de su localización y presiona la raíz nerviosa o la médula espinal, produciendo lesiones neurológicas: es como aplastar un helado entre dos galletas. Sus consecuencias pueden ser dolor, alteración de la sensibilidad e incluso dificultades para caminar.

Cómo ayuda la Quiropráctica

La Quiropráctica es una profesión que se dedica a la detección y corrección de subluxaciones. Los ajustes quiroprácticos corrigen las desviaciones vertebrales responsables del dolor y mejoran la salud de la columna vertebral de una manera natural, segura, y por tanto libre de riesgos o efectos segundarios. Con cuidados quiroprácticos el paciente puede corregir tanto problemas mecánicos propiamente relacionados con la columna como trastornos orgánicos provocados por una alteración nerviosa. La Quiropráctica permite al cuerpo hacer uso de su capacidad innata de regeneración y recuperación y así reducir el uso de fármacos o evitar la cirugía.

Haga revisar su columna vertebral lo antes posible por un especialista, licenciado en Quiropráctica. Así podrán hacer una revisión de su columna para determinar su estado.

jueves, 29 de julio de 2010

¿Qué es la ciática?

Ciatíca es un síndrome de inflamación dolorosa del nervio ciático, causada generalmente por una neuritis. Su síntoma principal es parestesia (hormigueos) localizada en el muslo y pierna ( iradiación del territorio del nervio ciático) y en algunas ocasiones puede llegar a la atrofia muscular. La causa más frecuente es la hernia de disco lumbar, que produce una lesión de por vida, que puede ser más o menos llevadera por el afectado, enfermo, o paciente, pero que obliga a una serie de normas higiénicas posturales y funcionales de las que dependerá la evolución a medio y largo plazo de la salud de la articulación afectada.

TU EMBARAZO Y DOLORES EN LA PARTE BAJA DE LA ESPALDA

¿Qué me produce el dolor de espalda?


Es muy probable que tu dolor de espalda se deba al útero en crecimiento y a los cambios hormonales que estás experimentando. El útero en expansión desplaza el centro de gravedad y estira y debilita los músculos abdominales, lo que hace que tu postura cambie y tu espalda se vea sometida a una presión adicional. El peso extra que estás llevando significa más trabajo para tus músculos y mayor estrés para tus articulaciones, y esto explica por qué puede ser que sientas que el dolor de espalda empeora al final del día. Además, el útero también puede ejercer presión sobre un nervio.

Por otra parte, los cambios hormonales del embarazo distienden las articulaciones y los ligamentos que conectan los huesos pélvicos a la columna vertebral. Esto puede hacer que te sientas menos estable y tengas dolor al caminar, estar de pie o sentada por periodos de tiempo prolongados, al darte vuelta en la cama, al levantarte de un sillón bajo, salir de la tina (bañera), agacharte, o levantar objetos.


¿Qué clase de dolores son comunes en la parte baja de la espalda durante el embarazo?


Los especialistas describen dos tipos comunes de dolor en la parte baja de la espalda durante el embarazo: el dolor lumbar, que ocurre en la región de las vértebras lumbares, en la parte inferior de la espalda, y el dolor pélvico posterior, que se siente en la parte de atrás de la pelvis. Algunas mujeres tienen síntomas de ambos tipos de dolor.

El dolor lumbar es como el dolor en la parte baja de la espalda que quizás has experimentado antes del embarazo. Se siente sobre la columna vertebral y alrededor de ella, aproximadamente al nivel de la cintura o un poco más arriba. También puede irradiar a las piernas. Permanecer sentada o de pie durante periodos de tiempo prolongados y levantar objetos hacen por lo general que el dolor empeore, y éste tiende a ser más intenso al final del día.

Un número aun mayor de mujeres embarazadas padecen de dolor pélvico posterior, que se siente más abajo que el dolor lumbar. Se puede sentir muy adentro de las nalgas, en una o ambas, o enla parte trasera de los muslos. Es posible que se desencadene a raíz de ciertas actividades tales como caminar, subir escaleras, entrar o salir de la tina, sentarse o levantarse de un sillón bajo, darse vuelta en lacama, girar el cuerpo, y levantar cosas.

Las posiciones en que flexionas las caderas — como cuando te sientas en una silla o te inclinas hacia adelante mientras trabajas sentada en el escritorio — pueden empeorar el dolor pélvico posterior. Las mujeres con dolor pélvico posterior están también más predispuestas a tener dolor en el hueso púbico.


¿Podría ser ciática?


Cuando el dolor en la parte baja de la espalda irradia a las nalgas y los muslos, se confunde muchas veces con ciática, una afección que no es común. La verdadera ciática, que puede ser causada por una hernia o una inflamación de un disco en la parte inferior de la columna vertebral, afecta solo a alrededor del uno por ciento de las mujeres embarazadas.

Si tienes ciática, el dolor de pierna será por lo general más intenso que el de espalda. Posiblemente sientas también dolor debajo de la rodilla, que puede incluso irradiarse al pie y los dedos de éste. Es probable que también sientas una sensación de cosquilleo u hormigueo en laspiernas o te parezca que están como dormidas.

Si la ciática es intensa, también puedes tener sensación de adormecimiento en la ingle o en la zona genital. Incluso puede suceder que tengas dificultad al orinar o que sufras del problema opuesto, es decir, de incontinencia (dificultad para contener la orina o las heces).

Si piensas que tienes ciática, díselo a tu médico. Llámalo de inmediato si observas pérdida de sensibilidad o debilidad en una o ambas piernas o si sientes pérdida de sensibilidad en la ingle, vejiga o ano (lo cual puede producir dificultad para hacer pis o evacuar, o bien causar incontinencia).


¿Quienes están más predispuestas a tener dolor en la parte baja de la espalda durante el embarazo?


La propensión al dolor en la parte baja de la espalda es mayor si ya has sufrido este tipo de dolor, ya sea antes de quedar embarazada o durante un embarazo anterior. También presentas mayor riesgo si llevas un estilo de vida muy sedentario, eres poco ágil y los músculos de tu espalda y abdomen están débiles.

Si estás embarazada de mellizos o gemelos, o incluso de más bebés, aumentan las posibilidades de tener dolor de espalda. La obesidad puede ser un factor de riesgo que genere dolor en la parte inferior de la espalda durante el embarazo, pero los resultados de la investigación al respecto aún son controvertidos.


¿Qué puedo hacer para evitar el dolor de espalda?


• Comienza un programa de ejercicios para estirar y fortalecer los músculos que sostienen la espalda y las piernas, incluyendo los músculos abdominales. Procura estirar cuidadosamente los músculos porque si los estiras muy rápido o en exceso, puedes forzar demasiado las articulaciones, que se han distendido con el embarazo.

• La natación es una buena opción de ejercicio para las mujeres embarazadas porque fortalece los músculos abdominales y los de la parte baja de la espalda, y el efecto del agua libera las articulaciones y ligamentos de la presión habitual. Los movimientos pélvicos también te pueden ayudar (ver más abajo).

• Párate derecha. Esto es más difícil de hacer a medida que tu cuerpo va cambiando, pero trata de mantener hacia adentro el trasero e intenta que tus hombros se sitúen paralelos a tus orejas. Lasmujeres embarazadas tienden a dejar caer los hombros y arquear la espalda a medida que la barriga crece, y esto aumenta la presión sobre la columna vertebral.

• Si estás sentada todo el día, asegúrate siempre de estar erguida. Apoyar los pies sobre un taburete o banqueta te puede ayudar a prevenir el dolor lumbar, al igual que utilizar una pequeña almohada (un apoyo lumbar) detrás dela parte baja de la espalda. Haz pausas frecuentes cuando estés sentada. Levántate y camina un poco a intervalos de una hora aproximadamente.

• Es igualmente importante que evites estar de pie durante mucho tiempo. Si tienes que estar de pie todo el día, trata de hacer una pausa al mediodía y descansa de costado, mientras sostienes con almohadasla parte superior de la pierna y el abdomen.

• Usa calzado cómodo y evita los tacones altos. A medida que tu barriga crezca y tu equilibrio se desplace, los tacones altos harán que tu postura empeore aún más y habrá mayor probabilidad de que tropieces y te caigas.

• Flexiona las rodillas al levantar algo, en lugar de doblar la espalda por la cintura con las piernas rectas, para que no recaiga tanto peso sobre tu espalda. No es el mejor momento para que te lesiones la espalda, por eso es mejor dejar que alguna otra persona levante los objetos pesados. No intentes tampoco jalar objetos que se encuentren en lo alto y trata de no torcer la espalda.

• Divide el peso de los artículos que transportas. Una bolsa de compras en cada mano con la mitad del peso es mucho mejor que la presión dispareja que ejerce sobre la espalda una sola bolsa más pesada.

• Ten cuidado al levantarte de la cama: flexiona las rodillas y gira las caderas mientras te das vuelta hacia el costado, y usa los brazos para empujarte hacia arriba mientrasla parte inferior de tus piernas cuelga sobre el borde de la cama.

• Para conseguir un buen descanso por la noche, trata de dormir de costado con una o con las dos rodillas dobladas y una almohada entre laspiernas. A medida que avance el embarazo, usa otra almohada o un almohadón en forma de cuña para sostener el abdomen.

• Presta atención a tu cuerpo. Si descubres que una actividad en particular te da dolor de espalda, simplemente deja de hacerla.


¿Qué puedo hacer para calmar el dolor?


Además de las sugerencias que te dimos más arriba, si sufres de dolor en la parte baja de la espalda también son recomendables las siguientes ideas:



• Toma las cosas con calma. No te canses demasiado. (Pero tampoco permanezcas en la cama demasiado tiempo, porque el reposo en cama por lo general no es bueno a largo plazo para el dolor en la parte baja de la espalda e incluso puede hacer que te sientas peor.) Evita actividades tales como pasar la aspiradora y limpiar los pisos, ya que requieren que te agaches y te tuerzas al mismo tiempo. Si no hay nadie más que pueda hacer estas tareas, mueve todo tu cuerpo en vez de girar o estirarte para llegar a lugares que no son fáciles de alcanzar.

• Aprende técnicas de relajación. Te pueden ayudar a sobrellevar las molestias y pueden resultarte especialmente útiles a la hora de acostarte si es que el dolor de espalda es una de las cosas que te dificultan el sueño.

• Trata de aplicar calor o frío. Si bien no hay pruebas concluyentes de que esto ayude, algunas mujeres afirman que sumergirse en una tina con agua tibia o colocarse una botella de agua caliente sobre la región afectada les proporciona al menos un alivio temporal. Hay aún menos pruebas acerca del uso de compresas frías, pero son fáciles de hacer y vale la pena intentarlo cuando el calor no te da resultado.

• Prueba con masajes. Si los remedios “caseros” no te dan resultado, los masajes prenatales realizados por un terapeuta capacitado pueden proporcionarte algo de alivio, especialmente si los combinas con un programa de ejercicios para hacer estiramiento.

Se han hecho algunas investigaciones que sugieren que la digitopuntura (el masaje recibido sobre los puntos específicos de acupuntura) puede ser de más utilidad que otras clases de masaje, y que la acupuntura proporciona también algún alivio. Sin embargo, estos estudios no se han hecho con mujeres embarazadas.

Además, si tienes dolor pélvico posterior, trata de limitar actividades tales como subir escaleras, que pueden hacer que el dolor empeore. Y evita cualquier ejercicio que requiera movimientos bruscos de las caderas o columna vertebral.

Si tienes que permanecer sentada por periodos de tiempo prolongados, trata de usar una silla regulable e inclina el frente levemente hacia abajo. Consulta a tu médico si te conviene usar una faja sacro-lumbar. Algunas mujeres dicen que les ayuda a calmar el dolor cuando caminan, aunque a otras no les es de ninguna ayuda, y a unas pocas parece incluso que les ocasiona más dolor.


¿Qué clase de ejercicio me puede ayudar?


Un estudio ha demostrado que las clases acuáticas prenatales (aerobics acuático) ayudan a aliviar el dolor de espalda. Evita las actividades de alto impacto y máximo esfuerzo y, por supuesto, cualquier cosa que pueda lastimarte.


• Para el dolor lumbar, trata de hacer movimientos pélvicos, que pueden aliviar el dolor de espalda al estirar los músculos y, con el correr del tiempo, también fortalecerlos. A continuación te indicamos cómo hacerlos:

• Colócate sobre las manos y rodillas, los brazos separados en línea con los hombros y las rodillas separadas en línea con las caderas, manteniendo los brazos derechos.


• Contrae los músculos abdominales, mete las nalgas hacia adentro y encorva la espalda, mientras inhalas.

• Relaja la espalda en una posición neutral y exhala.

• Vuélvelo a hacer a tu propio ritmo.


¿Cuándo debería llamar a mi médico?


Dile a tu médico si padeces dolor de espalda. Llámalo inmediatamente si:

• El dolor de espalda es intenso; notas que has perdido la sensibilidad de las piernas, nalgas, ingle, zona genital, vejiga o ano; o si de repente sientes que no coordinas o que estás débil. Tu médico te mandará a un especialista si hubiese algún indicio de un problema neurológico o de cualquier afección subyacente. Es posible que también te recete analgésicos.

• Tienes dolor en la parte baja de la espalda al final del segundo trimestre o en el tercer trimestre. Esto puede ser un síntoma de parto prematuro, particularmente si no habías tenido antes dolor de espalda.

• Tienes dolor en la espalda o en el costado, debajo de las costillas. Esto puede ser un síntoma de una infección renal, especialmente si tienes fiebre, náuseas o sangre en la orina.

¡A combatir la ciática!


La ciática es un dolor profundo que afecta cada vez a más personas. Este dolor en la parte baja de la espalda, que puede ser intenso, impacta la calidad de la vida de muchos hombres. En Vida y Salud te damos algunos consejos para prevenir y tratar el dolor del nervio ciático.

Muchas personas comparten este problema, me refiero a padecer de dolor del nervio más largo y más ancho del cuerpo. Si se tiene en cuenta su longitud, algunos dolores de piernas, de rodillas e inclusive de los pies se le atribuyen al nervio ciático. Y los hombres no se escapan de este dolor.

Lo que se conoce como la ciática es, en pocas palabras, el dolor del nervio ciático. Por lo general únicamente se presenta de un lado del cuerpo; y más que una enfermedad es una alerta de que algo está pasando con este nervio. La ciática puede deberse al desplazamiento o desviación de un disco de la columna, lo que causa una presión sobre este nervio y esto, a su vez, afecta otras terminaciones nerviosas que van más abajo y por eso el dolor puede llegar hasta los pies. El dolor de la ciática puede sentirse en los glúteos, las piernas, las rodillas y/o los pies.

Este dolor puede afectar actividades tan sencillas como caminar o simplemente permanecer sentado, de tal manera que un movimiento muy ligero puede causar grandes dolores. En casos severos el dolor puede incrementarse con el simple hecho de toser o estornudar.

¿Cómo y cuándo se trata la ciática?

El tratamiento depende de la severidad del dolor y de la duración. En muchos casos, si es muy ligera, el tomar analgésicos (medicinas para el dolor) de venta libre, el aplicar compresas frías y calientes alternadas y el reposar unos cuantos días es suficiente para que se resuelva.

Sin embargo, si el dolor es más intenso, si hay entumecimiento o debilidad, si dura más de unos cuantos días, si en vez de mejorar el dolor va en aumento, si no te deja dormir si el dolor es el resultado de un accidente; si tienes problemas para vaciar o para controlar el funcionamiento de la vejiga o de los intestinos es importante que visites a tu médico lo antes posible. Cuando la ciática no se trata a tiempo puede tener complicaciones.

Los tratamientos incluyen medicinas anti-inflamatorias tomadas de diferentes tipos, medicinas tomadas para el dolor. Terapia física y acupuntura (que sea por una persona calificada y que use agujas desechables). El siguiente paso son inyecciones epidurales con cortisona en el área afectada para disminuir la inflamación y sólo en casos muy limitados, se requiere cirugía. Hay diferentes tipos de cirugía dependiendo del problema. Los especialistas que operan la ciática son los ortopedistas y los neurocirujanos. A menos que se trate de una emergencia, considere pedir una segunda opinión.

¿Qué puede aumentar su riesgo y qué puedes hacer para prevenirla?

La ciática afecta con más frecuencia a las personas que están en sobrepeso y que no hacen ejercicio. También afecta a aquellos que tienen que girar constantemente la cintura o que tienen que movilizar cargas muy pesadas en sus trabajos. De igual manera las personas que trabajan como conductores o que permanecen por tiempos prolongados manejando una motocicleta. Debido a esto, muchos hombres tienden a padecer de ciática, aunque puede sucederle a cualquiera.

Para tratar de prevenirla, ya que puede haber un componente hereditario y no siempre se puede evitar al 100%, una vez que pasa el episodio agudo lo más importante para la prevención es mantener los músculos abdominales y de los glúteos fuertes porque son los que sostienen la columna, haz ejercicio regularmente, procura mantener una buena postura cuando estés sentado, no pases demasiado tiempo sentado, párate con frecuencia y también debes aprender a proteger tu columna. Asegúrate de que tu médico te enseña cómo levantar los objetos pesados usando los músculos de las piernas para proteger tu espalda y evita el sobrepeso. Si estás en sobrepeso, este es el momento ideal para empezar a trabajar para llegar a un peso saludable. No dejes que la ciática te tome ventaja. ¡En la mayoría de los casos, tú puedes prevenirla a tiempo!

miércoles, 28 de julio de 2010

Dolor de espalda ¿será ciática?

La ciática es un padecimiento que compromete a un nervio que lleva ese mismo nombre, el cual, debido a la compresión de las vértebras lumbares sobre el mismo, puede llegar a irritarse o infl amarse y producir un gran dolor.

El padecimiento se presenta cuando el disco de la vértebra L5 de la zona lumbar (una especie de "colchón" que sirve para amortiguar el movimiento de las vértebras de la columna) se desplaza, oprimiendo o pellizcando el nervio que sale del centro de la médula espinal.

Este hecho provoca que, en la mayoría de los casos, se presente un dolor punzante, el cual no sólo se focaliza en esa región, sino en toda la zona que abarca el nervio: Desde la espalda baja, glúteo, pierna y pie.

José Luis Sánchez, traumatólogo y ortopedista, señala que la ciatalgia es muy común y aunque en muchos casos es de origen desconocido, existen también muchos factores que la producen, como una mala postura, el sedentarismo o la obesidad; desencadenantes que, en suma, hacen que la columna se sobrecargue o corra un mayor riesgo de sufrir una lesión.

"La gente no lo toma en cuenta, pero por cada kilo de más que tenga, la presión en la columna se multiplica por 10. Además, si te sientes mal o tienes una mala postura, cargas aproximadamente un 145 por ciento extra; si levantas mal un objeto, digamos una maleta de 25 kilogramos, estarías forzando casi en un 500 por ciento tu espalda.

"Esto es muy delicado", señala el también el ex presidente de la Asociación de Traumatología y Ortopedia del Hospital Lomas Verdes del IMSS, "porque en el caso de la ciática puede haber primero una protrusión o corrimiento leve del disco intervertebral, sin embargo, con el tiempo puede generarse una hernia de mayores consecuencias, la cual puede llevar al paciente a la sala de operaciones".

Por esta razón, el médico sugiere que los pacientes con este problema acudan con un especialista en ortopedia para una valoración clínica adecuada, practiquen reposo absoluto durante los episodios dolorosos y hagan todo lo posible por mantener su peso ideal, realizando ejercicios para fortalecer sus músculos lumbares.